Norah Jones, probablemente la cantante que más discos ha vendido en la última década, llega al cine en "My blueberry nights", donde parece no ser la única debutante ya que su director, el genial creador de atmósferas Wong Kar Wai, se pasa a un género tan americano como es la road movie, al que incorpora, eso sí, toda la identidad estética de sus filmes asiáticos.
La cantante se encarga de enamorar a Jude Law y, en ese periplo inevitablemente homérico que les separa durante buena parte de la historia, ella se nutre de encuentros con personajes tan solitarios como lo eran los protagonistas de "Chunking Express" o "Deseando amar", que en esta ocasión interpretan secundarios en permanente estado de gracia.
Son casi infalibles Natalie Portman, David Stratharin y, sobre todo, Rachel Weisz, arrebatada y seductora, y de lo mejor de este romance no apto para diabéticos: transcurre entre los pasteles de la desangelada cafetería de Law y los edulcorados temas de jazz de nueva generación de Jones.
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